Si por el contrario vas a viajar en avión con tu perro o animal doméstico, es imprescindible hacer la reserva con tiempo, ya que las aerolíneas limitan el número de animales permitidos en cada vuelo. Además, es importante informarse antes de las restricciones en cuanto a razas y tamaños, los documentos que requieren algunas compañías aéreas, como puede ser un certificado de salud expedido con 10 días de antelación, y el tipo de jaulas y transportines homologados para aviones, que han de ser suficientemente altos para que la mascota se ponga de pie y con la ventilación adecuada para que no tenga demasiado calor.

En el caso de los gatos, el transportín es el método más adecuado, aunque cada cierto tiempo hay que parar y dejar que salga para que se estire y beba agua. La colocación del transportín dentro del vehículo depende de nuestras preferencias, pero está comprobado que lo más seguro es llevarlo en el maletero, preferiblemente sin la bandeja, o en el suelo de las plazas traseras.